FILETES DE LENGUADO MEUNIÈRE

FILETES DE LENGUADO MEUNIÈRE

El lenguado es uno de los excelentes peces de nuestros mares. Muy apreciado y muy solicitado por la restauración debido a sus buenas condiciones de conservación y fácil manejo. También debemos saber que los hay de piscifactoria.

Es un pescado de carne recia, apretada, sabrosa y muy fina.

DOS MAGNÍFICOS LENGUADOS DEL CANTÁBRICO QUE VAMOS A PREPARAR

Las preparaciones más frecuentes son a la plancha, en los ejemplares de ración y al horno o frito troceado en los ejemplares más grandes. 

El que vamos a preparar es fileteado y con una salsa tipo meunière (francesa) muy gustosa.

FILETEADO DEL LENGUADO

INGREDIENTES (por persona):

1 lenguado de ración (200 gr.) o el equivalente en grande; perejil; zumo de limón; 2 cucharada de mantequilla; 3 patatas pequeñas para guarnición; sal y un chorro de aceite.

OPCIONAL: 

Nata líquida para cocinar.

LOS FILETES DEL LENGUADO YA PREPARADOS

PREPARACIÓN:

Pelamos las patatas y las cocemos echándolas después en una sartén con una cucharada de mantequilla.

El lenguado bien limpio y escamado, lo fileteamos y ponemos a la plancha con un poco de aceite.

LOS FILETES DEL LENGUADO HACIENDOSE EN LA PLANCHA

En una sartén, echamos la otra cucharada de mantequilla, la derretimos, añadimos 2 cucharadas soperas de zumo de limón, el perejil bien troceado y un chorro de nata líquida que nos suavizará la acidez del zumo de limón.

PREPARACIÓN DE LA SALSA CON NATA EN UNA SARTÉN

Dejamos hacerse tres minutos y la tendremos lista.

Ponemos el lenguado en una fuente, al lado las patatas y echamos la salsa por encima y a la mesa que se enfría.

EN LA FUENTE PARA LLEVAR A LA MESA CON SU SALSITA POR ENCIMA

Si la salsa la hacemos sin nata, con una cucharada de zumo de limón nos bastará, pues de lo contrario saldrá muy ácida y fuerte.

FILETES DE LENGUADO MEUNIÈRE CON SALSA CON NATA

Con la nata conseguimos, como ya dije, suavizar el zumo de limón y conseguir una textura más cremosa y suave.

LENGUADO MEUNIÈRE CON LA SALSA SIN NATA

Como dice el refrán "cada maestrillo tiene su librillo" por lo que el gusto de cada uno o la imaginación de cada cual dictará la sentencia final de la preparación.