ALBÓNDIGAS CON SALSA DE TOMATE
Este plato es otro de los que nos pueden servir para casos de apuro, pues podemos tenerlo preparado y cuando llega la hora de comer con calentar lo tenemos listo.
Además tenemos dos opciones: comprar las albóndigas ya hechas o preparar todo en casa.
Si las compramos hechas, en casa no tenemos nada más que freírlas y hacer la salsa. Si compramos la carne picada nos darán algo más de trabajo.
INGREDIENTES (para 2 personas):
250 gr. de carne picada (mitad de ternera y mitad de cerdo); 1 huevo; pimienta negra; pan rayado; 1 puñadito de perejil; 1 cebolla; 1 diente de ajo; 3 cucharadas soperas de salsa de tomate; un chorro de vino blanco; harina para rebozar; sal y aceite de oliva.
PREPARACIÓN:
Picamos la cebolla y el ajo menudos y los ponemos a pochar en una tartera con un chorro de aceite.
Mientras se nos va pochando a nuestro gusto, vamos haciendo la masa de las albóndigas, mezclando la carne, el perejil, añadiendo el huevo entero, salpimentando y echando un poco de pan rayado. Amasamos bien y hacemos las bolas, bien a mano o ayudándonos de un pocillo de café. Las enharinamos bien.
Ponemos una sartén con abundante aceite y vamos friendo las albóndigas, dejando que doren bien para que no se nos deshagan al ponerlas en la salsa.
Cuando ya tenemos la cebolla y el ajo bien dorados, añadimos las albóndigas a la salsa, echamos el vino blanco y dejamos que vayan cociendo a fuego muy lento y removiendo de vez en cuando.
Si vemos que nos mengua la salsa añadimos un poco de agua para que la textura quede a nuestro gusto.
Podemos acompañar de un arroz blanco o de unas patatas fritas, a gusto del consumidor, pero un arroz blanco le va de maravilla.
EL POCHADO CON LA SALSA DE TOMATE AÑADIDA |
AÑADIDO EL VINO BLANCO: FIJAROS EN LA FOTO LA DIFERENCIA DE TEXTURA SIN Y CON EL VINO |
Mientras se nos va pochando a nuestro gusto, vamos haciendo la masa de las albóndigas, mezclando la carne, el perejil, añadiendo el huevo entero, salpimentando y echando un poco de pan rayado. Amasamos bien y hacemos las bolas, bien a mano o ayudándonos de un pocillo de café. Las enharinamos bien.
FREÍMOS LAS ALBÓNDIGAS EN LA SARTÉN, DORÁNDOLAS BIEN PARA QUE NO SE DESHAGAN |
Ponemos una sartén con abundante aceite y vamos friendo las albóndigas, dejando que doren bien para que no se nos deshagan al ponerlas en la salsa.
Cuando ya tenemos la cebolla y el ajo bien dorados, añadimos las albóndigas a la salsa, echamos el vino blanco y dejamos que vayan cociendo a fuego muy lento y removiendo de vez en cuando.
INCORPORAMOS LAS ALBÓNDIGAS A LA SALSA Y DEJAMOS COCER LENTAMENTE HASTA QUE ESTÉN BLANDITAS |
Si vemos que nos mengua la salsa añadimos un poco de agua para que la textura quede a nuestro gusto.
Y AQUÍ LAS TENEMOS DISPUESTAS A DEJAR QUE LAS COMAMOS |
Podemos acompañar de un arroz blanco o de unas patatas fritas, a gusto del consumidor, pero un arroz blanco le va de maravilla.
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